miércoles, 29 de marzo de 2017

Madrid, Próxima estación: Chamberí

Andén 0 (estación fantasma)

20 de enero de 1917, Eva, que está desayunando tranquilamente mientras lee El Imparcial, descubre la noticia de que se inician las obras para construir el Metropolitano de Madrid, es una chica joven, y como tal, le encantan las cosas nuevas y ver crecer su ciudad. Después de esta noticia que la deja con un millón de preguntas en la cabeza, "¿Y cómo van a abrir el suelo? ¿será rápido? ¿pueden hacerlo?, he oído que en París hay un Metropolitano, pero no se me ocurre como puede ser". 

Impaciente a las novedades, busca cada día en el periódico una nueva noticia, esa noticia no tarda en llegar, en concreto el 23 de abril de ese mismo año, se vuelve a publicar información relevante: "Las obras del Metropolitano han comenzado. La obra correrá a cargo de Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Antonio González Echarte. El diseñador de de las estaciones será el arquitecto Antonio Palacios. Gracias a la aportación de un millón de pesetas de Alfonso XIII, y como agradecimiento, el suburbano pasará a llamarse: Compañía Metropolitano Alfonso XIII"

¡Qué bien!, pensó Eva, ya ha empezado la obra, se dice que se abrirá al público en un par de años. 

Unos meses después, se dio a conocer que el nuevo Metropolitano de Madrid necesitaría de señoritas jóvenes que aún no se hubiesen casado. Esto alegró y mucho a Eva, que ansiosa por conocer el Metropolitano y poder trabajar antes de casarse, era su oportunidad ideal. Sabía que querían a señoritas jóvenes, en parte para atraer a más público, pero ahora mismo a ella eso no le importaba demasiado, quería ese puesto, quería trabajar.

Y ese día llegó, el 17 de octubre de 1917 se inaugura la Compañía Metropolitano Alfonso XIII, cumpliendo con el plazo estipulado de dos años. Aún no se había abierto al público, pero Eva y las demás compañeras ya estaban trabajando aprendiendo su nuevo oficio. 

Finalmente, el 31 de octubre (tan solo unos días después de su inauguración), se abre al público.

Los nuevos usuarios quedan maravillados con la arquitectura. Eva, a pesar de que apenas puede hablar con la gente, porque prácticamente se formaban atascos a la entrada, intenta escuchar lo que la gente dice al entrar y al salir. Se oyen felicitaciones por el gran trabajo, la gente queda maravillada con la entrada a la estación, hay luz natural, en medio han instalado un tragaluz y gracias a los azulejos blancos y brillantes, todo parece mucho más luminoso. 

Abajo, ya en lo andenes, los usuarios se entretienen con los anuncios, que son también de azulejo, las bombillas, centran su atención en estos y se pueden ver casi pequeñas obras de arte, anuncios hechos por y para el metro, no se verán en ningún otro lugar.

El billete solo vale 15 céntimos de peseta "podré ir a trabajar cada día en el Metropolitano" dicen algunos. En ese momento, la red atraviesa Madrid de norte a sur, con una longitud total de 3,49km. Estas estaciones son: Cuatro caminos, Ríos Rosas, Iglesia, Chamberí, Bilbao, Tribunal, Gran Vía y Sol.

Los días pasaban y Eva seguía entusiasmada. A pesar de que estábamos en la Primera Guerra Mundial, no faltó nada para su construcción y mantenimiento, todos los materiales provenían de diferentes lugares de España.

Eva trabaja muchas horas, va rotando el puesto con sus compañeras, unas venden el billete y otras lo validan.

Otra cosa que maravilla a los usuarios, es la seguridad, la electricidad para los trenes no se toma por los railes, sino por la catenaria que va por todo el techo de los túneles. Así, si alguien cae, no acabará electrocutado como en otros países.

Los años van pasando, Eva encuentra un marido y deja su trabajo en el Metropolitano para llevar su nueva aventura. Han sido unos años muy felices para ella.

Pero a España aún le quedaban muchas historias, llegó la Guerra Civil, y con ella, la desgracia para ambos bandos. El Metropolitano, será de gran ayuda en esos momentos. Gracias a él, los civiles podían cobijarse de las bombas cuando saltaban las alarmas. El Metropolitano, debido a que contaba con una Nave de Motores de uso exclusivo para él, podía seguir generando electricidad, así de esta manera, no solo servía como refugio, sino que ayudaba a transportar heridos, armamento y medicinas. 

Por suerte, esa época negra de España queda atrás. El metro se va ampliando, hay más líneas y cada vez más viajeros. Hay que alargar las estaciones para poder ampliar los trenes de cuatro a seis vagones, pero debido a que la estación de Chamberí está en curva y se hace imposible poder alargarla, se ven obligados a cerrarla.

Hasta 2008 no se vuelve a abrir la estación, en condición de Estación-Museo que ahora podemos visitar, escuchar estas historias y más, disfrutar de su arquitectura y empaparnos de la historia de Madrid.

Durante el tiempo que permaneció cerrada, muchos indigentes usaban la estación como refugio. La gente no sabía que allí había una estación, y al pasar por allí el tren en marcha, se veían sombras y pequeñas luces. Debido a esto (y muchas otras historias más), se dice que la estación está poblada de espíritus. Se han hecho incluso psicofonías (que podéis buscar en Youtube) y opinar vosotros mismos. O también podéis ir a visitar la estación y probar suerte allí mismo.

Nota: Me chivaron allí mismo, que en 2019 cuando se cumplan 100 años de Metro de Madrid, se abrirá un museo donde podremos ver trenes, coches de viajeros, uniformes, pero que aún no se sabe donde se va a albergar. Yo por mi parte, estoy ansiosa de poder verlo y contároslo.

Besos,

Bibiana.

                                       

Datos de interés para tu visita:

¿Dónde?  Plaza de Chamberí s/n.
¿Cuándo? -Jueves de 10:00 a 13:00 horas.
- Viernes de 11:00 a 19:00 horas.
- Sábados y domingos de 11:00 a 15:00 horas.
- Festivos, solo los que coinciden con los días de apertura y en horario del día semanal correspondiente. (Las visitas guiadas se realizan las horas en punto).
¿Precio? Gratis.
¿Merece la pena? Solo decirte que es uno de mis lugares favoritos de la ciudad.

8 comentarios:

  1. A pesar de las numerosas visitas a Madrid es un sitio en el que no he estado todavía. Muy buena la forma de contar la historia. Besos!!

    ResponderEliminar
  2. Sí, es un sitio muy pequeñito y no es muy conocido. Merece mucho la pena, está en una zona céntrica, es gratis y como mucho lo has visto en 1 hora. Gracias, me alegro que te haya gustado la reseña.

    Besos,

    Bibiana.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la información!! No tenía ni idea de nada de lo que has contado pero lo tendré en cuenta para mi próxima visita a Madrid!!

    ResponderEliminar
  4. Hola! Llevamos tiempo queriendo ir a verla y siempre lo vamos dejando pasar...teniéndolo tan cerca no puede ser esto! jaja.
    Nos encantan este tipo de entradas descubriendo rincones de Madrid.
    Un beso
    Marta y Laura

    ResponderEliminar
  5. Hace muchos años estuve a punto, muy a punto, de meterme en ella sin hacer caso a las reglas y normas del Metro de Madrid. Pero no lo hice.

    ResponderEliminar
  6. Hola!!

    Me he quedado cautivada con tu historia de Eva, y mira que siendo madrileña no he ido nunca. Esto no puede ser. Me han entrado muchísimas ganas de ir, así que no creo que tarde en hacerlo.

    Besos y gracias por tus recomendaciones madrileñas voy a seguir leyendo a ver si encuentro más planes interesantes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias^^ Esta sección del blog la tengo un poquito más abandona, pero en breve vuelve a ponerse al día. Me alegro que te haya gustado la historia de Eva. Se me ocurrió hacer un pequeño relato para poder contarlo de una manera más amena, espero que en otro post sobre Madrid pueda hacer lo mismo.

      Besos.

      Eliminar

No seas tímido. Me encanta que me dejes comentarios, tus puntos de vista, consejos o lo que quieras relacionado con la entrada. Estaré encantada de leerte.